Pinocho
Érase una vez un amable señor llamado Geppetto, que vivía solo en una casita acogedora, llena de herramientas, juguetes e inventos de madera.
CLÁSICOS


Pinocho
Cuento infantil para leer antes de dormir
Érase una vez un amable señor llamado Geppetto, que vivía solo en una casita acogedora, llena de herramientas, juguetes e inventos de madera. Soñaba con tener un hijo, y una noche silenciosa, talló un muñeco muy especial al que llamó Pinocho.
Antes de dormir, Geppetto miró al muñeco y dijo:
—“Ah, cómo me gustaría que fueras un niño de verdad…”
Esa noche, apareció un Hada Azul en medio de un resplandor mágico. Tocó a Pinocho con su varita y dijo:
—“Pinocho, si eres valiente, bondadoso y sincero, algún día podrás convertirte en un niño de verdad.”
¡Y en un abrir y cerrar de ojos, el muñeco cobró vida!
Geppetto despertó y no podía creerlo. Saltó de alegría y exclamó:
—“¡Hijo mío! ¡Eres real!”
Al día siguiente, Pinocho fue a la escuela muy emocionado por aprender. Pero en el camino, se encontró con un gato parlante y un zorro muy astuto, que lo convencieron de faltar a clase para visitar el Teatro de Marionetas. A Pinocho le encantó el espectáculo, pero pronto fue capturado por el dueño del teatro, que quería mantenerlo prisionero.
Con la ayuda del Hada Azul, Pinocho fue liberado. Pero cuando ella le preguntó por qué no había ido a la escuela, él mintió… ¡y de repente, su nariz comenzó a crecer!
—“Cada vez que mientas, tu nariz crecerá,” le dijo el Hada con dulzura.
Avergonzado, Pinocho prometió decir siempre la verdad.
Aun así, se metió en más líos. Llegó a una isla donde los niños solo querían jugar y hacer travesuras. Allí, todos los que se portaban mal se convertían en burros. Al darse cuenta del error, Pinocho escapó con la ayuda de su nuevo amigo, el grillo parlante, que siempre intentaba enseñarle lo que estaba bien y lo que estaba mal.
Cuando regresó a casa, descubrió que Geppetto había salido a buscarlo… ¡y ahora estaba atrapado dentro de una ballena gigante! Sin pensarlo dos veces, Pinocho se lanzó al mar para salvarlo.
Dentro de la ballena, encontró a su padre, y juntos idearon un plan para escapar. ¡Con un gran estornudo de la ballena, salieron disparados al mar!
Al ver lo valiente y generoso que era, el Hada Azul apareció una vez más y le dijo:
—“Ahora has demostrado tener un corazón verdadero. Estás listo para ser un niño de verdad.”
Y con un toque mágico, ¡Pinocho se transformó! Ahora era un niño de carne y hueso, con una gran sonrisa y los brazos abiertos para abrazar a su papá Geppetto.
Y vivieron felices para siempre, en una casa llena de amor, aventuras y sinceridad. 💖
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