La Tortuga y la Liebre
Había una vez, en un claro soleado en medio del bosque, una liebre muy veloz.
CLÁSICOS
La Tortuga y la Liebre
Cuento infantil para leer antes de dormir
Había una vez, en un claro soleado en medio del bosque, una liebre muy veloz. Corría de un lado a otro, saltando como un rayo y presumiendo ante todos los animales.
—¡Nadie es más rápido que yo! —decía la liebre, muy orgullosa.
Los demás animales solo reían, hasta que un día, una voz tranquila respondió:
—Yo no soy rápida… pero puedo retarte a una carrera.
¡Era la tortuga! Todos se quedaron boquiabiertos. ¿Cómo una tortuga, tan lenta y tranquila, se atrevía a desafiar a la liebre?
La liebre se echó a reír.
—¿Tú? ¿Ganarme en una carrera? ¡Esto será divertido!
Pero la tortuga solo sonrió con calma.
El día de la carrera, todos los animales del bosque se reunieron para mirar. El mono hizo de juez y gritó:
—¡Listos, preparados… ya!
La liebre salió disparada tan rápido que parecía el viento. La tortuga, en cambio, comenzó a caminar muy despacito. Paso a paso. Tranquila y concentrada.
La liebre, al mirar hacia atrás, vio que la tortuga apenas se movía.
—¡Tengo tiempo de sobra! —dijo. —Voy a echarme una siestecita.
Y así, se acostó bajo la sombra de un árbol y se quedó dormida… profundamente.
Mientras tanto, la tortuga seguía adelante. Un pasito… luego otro… y otro más… sin detenerse.
El tiempo pasó, y la tortuga, con mucha paciencia, pasó al lado de la liebre dormida y siguió su camino.
Cuando la liebre despertó, el sol ya se estaba poniendo.
—¡Ay, la carrera! —gritó, corriendo tan rápido como pudo.
Pero ya era tarde. Cuando llegó a la meta, vio a la tortuga allí, feliz, recibiendo los aplausos de todos los animales del bosque.
La liebre se sorprendió mucho, pero luego sonrió y dijo:
—¡Felicidades, tortuga! Ganaste con esfuerzo y valentía.
Y todos aprendieron que no basta con ser rápido —lo más importante es tener determinación, seguir adelante y nunca rendirse.
Y vivieron felices para siempre, corriendo, caminando y aprendiendo juntos en el bosque encantado.
🌙 ¡Buenas noches, amiguito! Sigue leyendo otros cuentos mágicos aquí en el blog y convierte la hora de dormir en un momento lleno de imaginación y ternura.