Juan y el Árbol de Frijoles: Una Aventura en las Nubes
Había una vez, en un pueblito muy tranquilo, un niño curioso llamado Juan.
CLÁSICOS


Juan y el Árbol de Frijoles: Una Aventura en las Nubes
Historia infantil para leer antes de dormir
Había una vez, en un pueblito muy tranquilo, un niño curioso llamado Juan. Vivía con su mamá en una casita sencilla, donde cuidaban una vaquita muy querida llamada Mimosa. Pero los tiempos se pusieron difíciles, y un día la mamá de Juan dijo, triste:
— Juan, tenemos que vender a Mimosa para comprar comida.
Con el corazón apretado, Juan llevó a la vaquita al mercado. En el camino, encontró a un señor muy extraño, con un sombrero gracioso y ojos brillantes.
— ¡Cambio tu vaquita por estos frijoles mágicos! — dijo el hombre.
Juan dudó, pero los frijoles parecían tan especiales... ¡Y él era tan curioso! Volvió a casa con los frijoles en la mano y una sonrisa en el rostro. Pero su mamá se asustó:
— ¿¡Frijoles!? ¡Juan, qué hiciste!
Aunque molesta, ella tiró los frijoles por la ventana. A la mañana siguiente... ¡algo increíble pasó! Un árbol de frijoles gigante creció hasta las nubes, balanceándose con el viento. Juan, encantado, comenzó a subir — y subió, subió, subió hasta desaparecer allá arriba.
En la cima, encontró un castillo enorme y muy silencioso. Con pasos cuidadosos, Juan entró y pronto escuchó un sonido fuerte:
— ¡FEE, FI, FO, FUM! ¡Huelo a niño, hmm!
¡Era un gigante! Pero Juan se escondió rápido dentro de un bote de harina. Mientras el gigante dormía, Juan vio un arpa mágica que cantaba sola y una gallina que ponía huevos de oro.
— ¡Guau! ¡Esto puede ayudar a mi mamá! — susurró Juan.
Con mucho cuidado, tomó la gallina y bajó corriendo por el árbol de frijoles. Al día siguiente, subió otra vez. Esta vez trajo el arpa encantada. Pero, al tercer día... ¡el gigante despertó!
— ¡VUELVE AQUÍ, NIÑO!
Juan bajó apresurado con el gigante justo detrás. Cuando llegó al suelo, gritó:
— ¡Mamá, el hacha!
Con un golpe, cortó el árbol de frijoles y el gigante cayó... ¡PUM! Regresó a las nubes y nunca más se le vio.
Juan y su mamá usaron los huevos de oro para vivir cómodos, ayudando a sus vecinos y contando su historia de aventura y valor.
Y vivieron felices para siempre, en una casa llena de alegría, libros y magia.
🌙 ¿Te gustó la historia? Aquí en el blog encuentras muchas otras aventuras mágicas para hacer que la hora de dormir sea aún más especial. ¡Buenas noches y dulces sueños!