Hansel y Gretel

Hansel y Gretel

Cuento infantil para leer antes de dormir

Érase una vez dos hermanos llamados Hansel y Gretel. Vivían con su papá en una casita sencilla cerca del bosque. Su padre era un leñador muy bondadoso, pero el trabajo escaseaba, y a veces no había suficiente comida para todos.

Un día, Hansel y Gretel salieron a caminar por el bosque para buscar frutas y leña. Caminaron y caminaron… hasta que se distrajeron con los pajaritos cantando y las mariposas de colores. Cuando se dieron cuenta, ¡estaban perdidos!

Gretel tomó fuerte la mano de su hermano y dijo:

—No te preocupes, Hansel. Encontraremos el camino juntos.

Mientras buscaban una salida, encontraron una casa como nunca antes habían visto: ¡hecha de dulces! El techo era de chocolate, las ventanas de caramelo y el jardín estaba lleno de galletas.

Con los ojos brillando de emoción, Hansel tomó un trozo de galleta y Gretel arrancó una gomita del muro.

De repente, la puerta de la casa se abrió con un crujido... y apareció una señora. Parecía simpática, con una falda floreada y un bastón reluciente.

—Entren, mis niños. Deben estar cansados y hambrientos —dijo con voz suave.

Por dentro, la casa era aún más encantadora: olía a vainilla, tenía sillones acolchados y una chimenea muy cálida. La señora les ofreció pan recién horneado con mantequilla y leche con chocolate.

Pero con el pasar de los días, Hansel y Gretel empezaron a notar que la señora era un poco… extraña. Los observaba demasiado y a veces decía cosas raras.

Una noche, Gretel escuchó a la señora decir:

—Con Hansel bien alimentado, estará listo para mi caldero…

Asustada, corrió a despertar a su hermano.

—¡Hansel! ¡Tenemos que irnos ya! Esta casa es mágica, pero esa señora es una bruja disfrazada.

Juntos idearon un plan. Cuando la bruja pidió a Hansel que entrara al horno, él fingió no saber cómo hacerlo.

—¿Podrías mostrarme cómo se hace?

La bruja, impaciente, se agachó para mostrarle… ¡y Gretel, valiente, cerró la puertita del horno de un golpe!

Los hermanos corrieron por la casa y encontraron un baúl lleno de piedras brillantes y monedas de oro. Con valentía e inteligencia, tomaron un poco para su papá y salieron del bosque, guiándose por el brillo del sol.

Con la ayuda de un pajarito dorado, encontraron el camino de regreso. El padre, emocionado, los abrazó con fuerza.

—Ustedes son mi mayor tesoro —dijo con los ojos llenos de lágrimas.

Y así, Hansel, Gretel y su papá volvieron a vivir juntos, con alegría y mucho amor en el corazón.

Y vivieron felices para siempre. 🏡🌙

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